Semillas de chía: Regalos de los dioses

Autor
Guillermo Roldán Yanguaas

Farmacéutico Titular

Él es el responsable y el encargado de que tanto la farmacia, como todos los que formamos parte de ella, mejoremos día a día incitando al equipo a trabajar siempre unidos e innovando cada día con los servicios más modernos. Aquel que lo conoce sabe que se trata de un gran profesional, una persona ambiciosa a la par que cercana, trabajador y riguroso en sus funciones, con un don innato para el liderazgo.

La chía (Savia Hispánica) es una planta originaria de América Central. Antiguas civilizaciones como los mayas y los aztecas ya la cultivaban incorporándola a su alimentación habitual. A ellos les debemos también “el regalo” de otras dos “perlas” de la naturaleza: la quinoa y el amaranto. Olvidadas y casi denostadas durante siglos, es ahora, gracias a diversas investigaciones y también al marketing, cuando más se sabe sobre sus beneficios.

Aunque de sus hojas se puede extraer un delicioso té, son las semillas las que atesoran todas sus bondades. Nutricionalmente, nos aportan algunos hidratos que al ser de absorción lenta pueden controlar los picos glucémicos y poder ser consumidas por pacientes diabéticos. Al igual que los celíacos ya que no contiene gluten. Lo que sí contienen es un torrente de vitaminas, minerales, proteínas, ácidos grasos y mucha fibra.

 

Por ejemplo… Cinco veces más calcio que la leche entera. Tres veces más hierro que las espinacas. El doble de fibra que la avena, Omega 3 superior a algunos pescados azules, más potasio que los plátanos y más proteínas que cualquier verdura y algunas legumbres.

 

 

Por todo ello, su consumo regular es altamente beneficioso para todos, incluyendo mujeres embarazadas, niños, deportistas e incluso, “nuestros mayores”. Sus ácidos grasos Omega 3 benefician al sistema nervioso y cardiovascular regulando presión arterial y colesterol. Se le atribuye capacidad antinflamatoria sobre el organismo en general. Si nos ocupamos de ponerla a remojo en agua, zumo o bebidas vegetales, absorbe 10 veces su peso en agua, apareciendo sus mucílagos. Estos son los encargados de aportar esa fibra que, además de saciedad para el control del peso, pueden ayudar ampliamente en el correcto tránsito intestinal. Ahora bien, como en todo, no excederse. Un aporte excesivo de fibra pude provocar hinchazón abdominal y flatulencia. Un par de cucharadas soperas al día serían suficientes.

Recomendable en ayunas y con zumo de limón, doble beneficio; depurativo y alcalinizante. Aunque hay que resaltar otra recomendación. Obtendremos de forma global todos estos beneficios si consumimos la chía molida o masticada.

Mi experiencia con ella desde hace tiempo me hace inclinarme por el molido. Pero un molido “suave”. Justo que rompa la semilla. Si te pasas en la molienda, soltará “su aceite” y se hace más “incómodo” de manejar. Nosotros lo hacemos junto a semillas de sésamo, lino, calabaza, cáñamo, etc.

¿Y cómo consumirla? Añádela a gusto a tus ensaladas, purés y platos de verduras. Si haces pan o galletas… A los batidos de fruta!!! En fin, no hay excusas para no incorporarlas a tu alimentación.


 

 

Guillermo Roldán Yanguas Farmacéutico titular

Él es el responsable y el encargado de que tanto la farmacia, como todos los que formamos parte de ella, mejoremos día a día incitando al equipo a trabajar siempre unidos e innovando cada día con los servicios más modernos. Aquel que lo conoce sabe que se trata de un gran profesional, una persona ambiciosa a la par que cercana, trabajador y riguroso en sus funciones, con un don innato para el liderazgo.

 

 

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